Semillas de Vida



{ Bienestar, Desarrollo Personal }

No frenes, no te detengas

Con mucha alegría les presentamos una nota enviada por una escritoria voluntaria, lectora de este blog, y les animamos a aquellos con ideas que puedan inspirar a los demás que se sumen enviando sus escritos (click aquí para más información.) A continuación la nota por Emilse:

«No frenes por trabas autoimpuestas, no te detengas» Recuerdo que esta es una frase que leí alguna vez por allí y me exploto en la cabeza todo ese día. Hasta que de tanto pensarla me iba dando cuenta en las seguidas situaciones que lo hacía, inconscientemente.

Por ejemplo: en un momento cambiándome de ropa el jean que tanto me gustaba no me entraba, no cerraba, no había forma, mi panza evitaba que el vaquero cumpla su efecto, el de modelar, más bien parecía amatambrada -bueno si, es cómico pero desesperadamente triste en esos momentos.

La silueta de una chica corriendo en un parque urbano justo antes de que amanezca o en las últimas horas del díaEntonces pensé con lamento- «quisiera poder ir a correr y lograr el estado físico de esas chicas que veo por la autopista que tan concentradas van con sus auriculares y el trote continuo». Esas sí que deben tener jean que les quede bien» -mmm pero claro» pensé «mis zapatillas están rotas y mi calza bastante vieja y agujereada y el corpiño deportivo q tenia no me entra…» y mientras lo pensaba estaba tirada en la cama con el mate y la factura con dulce de leche un poco reseca que quedo del día anterior y… ahí es cuando caí cuenta.. ¿Porque estoy frenando por una traba que me la estoy creando, imponiendo yo misma?

Claro; ahora si entiendia a lo que se refería aquella frase… es la continua justificación que me dicta el instinto de ir a lo seguro, ¿porque hacer algo que no venía haciendo hasta ahora? «No lo necesitas, sigamos con el mate y el vigilante… esa es tu rutina» decía una parte de mí. Sin pensarlo me levante y me dije «¡Lo voy a hacer! Basta de excusas,» y ojo, no se si hubiera reaccionado si jamás hubiese leído esa frase: No frenes por trabas autoimpuestas, no te detengas.

Y con una cara de nada deje el mate lavado y tibio en la mesada, las 2 facturas se las di a mis mascotas, cosa que jamás lo hubiera hecho antes, y pensé q en vez de un par de kilos en mi mejor que estén en ellas!

Me dirigí otra vez al dormitorio y mientras buscaba que ponerme para pasar desapercibida en la autopista mientras camine (porque correr no creo que me de el cuerpo) vi el mp3 olvidado y lo puse a cargar, sonreí al hacerlo, ya me sentía deportista encaminada! Y empecé a elegir ropa deportiva que tenia disponible. Ahí es cuando me di cuenta que no tenía nada presentable, ya que cuando muchos años atrás solía hacer actividad física mi imagen no era precisamente de deportista top sino más bien de deportista «out,» pero al final y sin dudar me puse la calza desteñida, una musculosa gastada y encima una camiseta manga larga, bueno si, nada parecido a la imagen ideal pero esa era mi imagen en el momento, y sin pensarlo seguía actuando, avanzando, sin dejarme detener por pequeños obstaculos sin importancia.

Me movía por la casa siguiendo eso que me dictaba la frase, no voy a parar por una obstáculo o excusa: No frenes por trabas autoimpuestas, no te detengas. Es por eso que cuando no encontré una gorra adecuada, siendo las 4pm de pleno Enero en Santiago del Estero -o sea calor a morir,- me puse otra. Es decir busque una alternativa; todo sea para no detenerme y seguir, y así con otros detalles. Alrededor de unos 30 minutos despues ya me encontraba cerrando la puerta de mi casa lista a emprender camino.

Me sentía rara, hasta penaba constantemente en volver después de dar un par de vueltas a las plazas de mi barrio pero sin darme cuenta ya estaba más allá y había ganado un andar rápido y ágil en unos pocos minutos, y eso me emociono enormemente. Termine caminando una hora exactamente y al llegar a mi casa no podía creer lo bien q me sentía y como me había impactado en el ánimo una decisión sacada de la galera, y pensé que fue la hora mejor aprovechada de mi vida.

Me sentía satisfecha y deseosa de volver a hacerlo, entonces me obligue a que al día siguiente lo haría. Y así fue, a la misma hora con la misma ropa, (limpia, claro,) y ya controlándome el tiempo; solo una hora de mi día, de mi vida, dedicada a mí en vez de gastarla delante de la tele, la compu, lavando los platos, o en la cama; simplemente deseaba sentirme feliz conmigo misma, otra vez.

A los días me di cuenta que el cuerpo y la mente esperaba ese momento y la necesidad de salir a correr. Si ya logre correr a trote lento pero seguro cada vez un poquito más; de a 5 minutos cada día había aumentado y llegue a hacerlo una hora y media sin parar, con una sonrisa boba me felicitaba a mí misma y abrazaba a mi orgullo cada vez que llegaba a casa transpirada y me quitaba los auriculares. Me sentía distinta e importante para mí misma… =)

Bueno, quizás suene como un relato cursi y nada extraordinario, pero fue la mejor decisión de mi vida haberme dado cuenta que estaba tan mecanizada en mi rutina que las excusas reflotaban solas con tal de que no me salga justamente de esa rutina que me ataba a la nada, todo era porque si y por inercia. Mi solución impensada llego sin querer.

Foto de un cartel vial que en lugar de decir "STOP" dice "No detenerse" y debajo "Excusas prohibidas." De fondo una llanura y un cielo soleado con algunas nubesMe ilusionaba en el deseo de poder llegar a correr y tener un buen estado físico y hasta ese momento no me daba cuenta que todo empezaba y terminaba en mí. ¿Sera eso lo tan simple lo que lleva al cambio? A hacer lo que no esperaba hacer, a actuar al revés, obligarme a hacer lo que sabía que sí me haría bien y saltar sobre las vallas de excusas que me anclaban en lo mismo minuto a minuto. En mi caso fue esto: el deseo de correr que creí jamás lograría, pero por suerte del destino o mejor dicho de mi sacrificio eso ya lo revertí. Mi voluntad se despertó y mi autoestima de a poco se puso de su lado, y paso a paso despacito con constancia iba cumpliendo lo que deseaba para mí.

Presta atención; probate, observate cada vez que te proponés algo; que es lo que te surge; ¿son pensamientos de apoyo o de negación? Empieza a separar los deseos de las excusas. Lo que una amiga me dijo una vez es que visualice lo que quería, y que escribirlo y dibujarlo ayudaba y así lo hice y me funciono, todo lo que sea que haga sonreír es bueno y más si se sobrepasa el obstáculo de esa excusa que no dejaba concretarlo.

Ojo con la dejadez, sí, eso que te hace sentir que ya está ya lo hiciste y te hace retroceder y sin darte cuenta estas otra vez en la nada y ese bajón que no te permite seguir, entonces a empezar de nuevo. También me paso, hasta que dije: es mejor que reaccione hoy y no mañana; un día ganado. Lo importante es no desertar como sea. Seguir intentando. No es fácil; todos los días me cuesta seguir sin frenar por esas trabas que me auto impongo sin darme cuenta. Es una lucha constante que a veces se gana y otras se pierde, lo ideal es que nos obliguemos a empatar y sobrepasar y no quedar quietos como una boya.

Me anime a contribuir en que tal vez pasando esta frase, también te explote y comiences a creer en vos, que  puedes lograr todo lo bueno que anhelas para tus días, empezar con lo simple y chiquito es lo mejor. No frenes, no te detengas; sigue el curso de tus ideas y agarra del camino lo que mejor te resulte como apoyo; y las trabas, obstáculos y excusas déjalas a un lado, que tu momento de salir de la burbuja es hoy.

Humildemente te saludo. Éxitos y adelante!

-Emilse

Escrito por

2 aportes sobre “No frenes, no te detengas

  1. Excelente….,muy bueno,saludos!!!!!!

  2. Me alegra este tipo de sitios, de una forma random llegué hasta aquí… Con melancolía de extrañar casa a muchos kilómetros de donde estoy y de pronto di con uno de tus artículos. Que lindo saber que hay gente que aprovecha y tiene lindos pensamientos.
    Esto ayuda para el alma.

    Gracias !

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