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La identidad del género masculino

Mucho se ha oído decir en tiempos recientes sobre el género masculino. La identidad tradicional del hombre en el mundo moderno esta bajo una forma de ataque ideológico que intenta atribuirle al género masculino la responsabilidad de los grandes males del mundo actual, enfocandolo como nuevo villano y chivo expiatorio. Ironicamente, muchos exponentes del feminismo de tercera ola han demostrado en forma de espejo que tanto la violencia como la injusticia e inequidad no provienen de un género u otro, sino que son indistitos del sexo. Y en sí mismos los males que aquejan a la humanidad no son aisladamente ni masculinos, ni femeninos, ni humanos en su naturaleza sino patologías sociales y culturales en un todo que llaman a ser resueltas.

Busquemos entonces definir la identidad del género masculino desde sus virtudes en lugar de sus vicios. Reafirmemos, si deseas aceptarlo como tuyo, nuestro rol tradicional de protectores, haciendo frente con honor y resiliencia a cualquier amenaza, procurando con pasión y esfuerzo proveer a nuestras familias, y estableciendo relaciones de respeto y fraternidad con nuestros congéneres de la gran familia humana.

Protección

La identidad del hombre en la familiaEl hombre de honor nunca debe exponer a la mujer o a sus hijos a riesgos o peligros innecesarios. Su rol es el de estar atento y preparado ante cualquier circunstancia, ser precavido tanto en el entorno externo (sea urbano o natural) como en el interno y doméstico. Esto incluye ser en cierta medida sensible para poder percibir correctamente las necesidades y estabilidad emocional de su familia. El hombre de honor esta vigilante y alerta, no solo respecto a su propia pareja y familia, sino respecto a los demás ciudadanos de cualquier sexo y edad, no permitiendo abusos ni siniestros. En casos donde se perciba violencia doméstica desde un ámbito externo es quizás prudente recurrir a la comunidad o a los servicios de seguridad para proteger a potenciales víctimas en lugar de buscar intervenir directamente.

Respeto

El hombre debe y merece respeto de sus pares, pero principalmente debe respeto a las mujeres; sean sus parejas, familiares o no. Una palabra vulgar o incisiva, es tan indigna y deshonrosa como una mano fuera de lugar o un golpe, ya sea de parte de un hombre como de una mujer. El hombre de honor exige respeto a si mismo y respeto hacia la dama, por más que no sea la propia. La justicia exige paz y armonía en toda relación interpersonal.

Provisión

El hombre de honor debe ser responsable y proveer para su familia. Conseguir un trabajo, hacerse de un oficio o emprender, y proveer lo necesario para que su pareja e hijos tengan buen estado de salud y alimentación. También debe proveer en lo posible para hacerlos felices; en amor, en sentido de propósito, en entretenimiento. También es su responsabilidad edificar buenos valores y costumbres en el hogar. En los casos donde haya escaces de trabajo se debe procurar el sustento por cualquier medio necesario; trabajando la tierra o saliendo a buscar tareas que le permitan proveer, siempre manteniendo una actitud honrosa y digna. Donde el entorno es hostil, el hombre de honor busca y procura con valentía los recursos que sean necesarios para proveer a su familia.

Liderazgo

El hombre tiene que ser capaz de tomar decisiones que involucren una dirección. Este rol puede ser compartido con la mujer, en especial teniendo en cuenta que la sagacidad femenina es una virtud exclusiva en si misma y su consejo es invaluable. Pero el hombre debe estar preparado para asumir el riesgo de tomar decisiones creativas y hacerse cargo de los resultados. No puede verse arrinconado en la inanición y la pasividad mientras la entropía acecha con el correr del tiempo y las circunstancias rondantes. Debe tener la capacidad de moverse; pensar estrategicamente, tener conocimiento de la situacion, trazar un plan y actuar. Ser proactivo.

Honor

Foto en blanco y negro de Martin Luther King Jr. junto a su esposaEl principal rol del hombre de honor es el ser honrado; sus acciones y su vida deben dar testimonio noble de su justo accionar y su intachable comportamiento. Si bien cualquiera puede equivocarse y cometer errores, el hombre de honor se construye día tras día con esfuerzo y dedicación para ser un estandarte en su comunidad y familia. Debe ser amado y respetado por quienes lo rodean, no como algo exigido sino merecido y ganado. El honor es la medalla y corona de una vida orientada a la protección de la vida, el respeto, la provisión y la capacidad de liderazgo.

Las luminarias

¿Cómo definirá el hombre del siglo XXI su identidad en el mundo? Mucho queda por decir de este tema. Basta aclarar que lo que define al hombre no es meramente un cromosoma y la portación de órganos genitales externos, sino su gen cultural; sus logros y sus virtudes. Mientras tanto, el hombre puede encontrar abrigo a la luz de los grandes ejemplos que la historia nos deja. Sigamos aquellos que nos inspiran fortaleza y confianza, guía y honor, construyendo nuestras vidas no sobre arena movediza, sino sobre roca sólida.

Y cuando las mareas de los tiempos azoten contra nosotros, no nos dejaremos corroer o depredar por actitudes deshonrosas ni confusiones respecto a quienes somos, sino que viviremos erguidos en orgullo como columnas vivientes.

Escrito por

Un aporte sobre “La identidad del género masculino

  1. Muchas gracias por el texto. Brinda tranquilidad y esperanza encontrar estos pensamientos en estos tiempos.

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